PROVERBIOS Y CANTARES.

 Introducción. En el poemario Campos de Castilla  publicado en 1912 inicia Machado un aspecto de su creación que más tarde cultivará intensamente. Se trata de un tipo de poemas muy breves que conforman la serie de Proverbios y cantares. Estas brevísimas composiciones son, a veces, destellos plenos de lirismo, otras veces de carácter filosófico – este aspecto, el filosófico dominará en su siguiente libro, en Nuevas canciones– Estos versos surgen de sus profundas preocupaciones que ahora aparecen en formas condensadas y a su vez inspiradas en las coplas populares.

A esos Proverbios y cantares iniciales Machado fue añadiendo más posteriormente y en 1924, fecha de publicación de Nuevas canciones nos encontramos con un centenar de nuevos Proverbios y cantares. En estos nuevos Proverbios lo lírico ha ido remitiendo y cediendo el puesto a lo conceptual, son más “proverbios” que “cantares”. Se trata de sentencias o pensamientos, muchas veces paradójicos, que encierran contradicciones, en ocasiones oscuros, otras veces triviales, en algunas ocasiones profundamente intuitivos. Las inquietudes filosóficas del poeta han pasado al primer plano.

Analizaremos los poemas observando que se trata de piezas breves, chispazos de carácter reflexivo en los que trata temas diferentes: su concepción de la vida, preocupaciones o conflictos íntimos, Dios, sus ideas sobre el ser humano y sus características, la realidad española, etc…, pertenecientes a Nuevas canciones.

I

El ojo que ves no es

ojo porque tú lo veas

es ojo porque te ve.

 

  1. Tema: Lo esencial está en el ser y en sus propiedades  independientemente de la  percepción  externa acerca del propio ser.
  2. Métrica. El proverbio está formado por una estrofa de tres versos de arte menor (octosílabos), con rima en asonante: 8a 8- 8a. Su nombre es soledad (soleá), es una estrofa muy utilizada en el folclore y cancionero andaluces.
  3. Interpretación y estilo.

El proverbio tiene evidentemente un contenido filosófico: lo esencial del ojo es ver, no ser visto, el ser no es porque sea captado, es en sí mismo, su existencia es independiente de quien  lo pueda  percibir. La rotundidad de la afirmación está vinculada al estilo proverbial que encierra una verdad.  La función apelativa de este proverbio está vinculada al didactismo, y reflejada en el uso de la segunda persona del singular “ves” “tú lo veas” “te”. Hay un deseo de transmitir esta enseñanza al receptor y así se dirige a él.

Hay una contraposición en la perspectiva: la segunda y tercera personas se contraponen, el sujeto exterior y el propio ser ya que este último es por sí mismo.

La repetición del sustantivo” ojo” sirve para realzar el concepto, el juego y contraste de sujetos  a través del verbo:” ves, veas, ve”  así como el uso de indicativo y subjuntivo  refuerzan el contraste entre la propia esencia y la percepción externa. El uso de la oración causal “porque te ve”es propio de la argumentación, a su vez propio del razonamiento filosófico.

 

XV

Busca a tu complementario

que marcha siempre contigo

y suele ser tu contrario.

       1. Tema: La complejidad del ser humano y sus contradicciones.

 2 . Métrica. El proverbio está formado por una estrofa de tres versos de arte menor (octosílabos), con rima en consonante: 8a 8- 8a. Su nombre es tercerilla. – Se puede señalar que la soledad se considera una variante de la tercerilla, esta con rima consonante frente a la soledad que tiene rima asonante-

    3. Interpretación y estilo.

Frente al concepto moral acerca de la bondad o maldad en sentido absoluto (maniqueísmo), Machado se postula a favor de una concepción del ser humano que encierra menor rigidez y mayor complejidad ya que en su visión, el ser humano puede albergar contradicciones propias.

Se advierte el tono filosófico, reflexivo acerca de la persona y de sus pensamientos y actitud con sus propios contrastes.

Se dirige al lector en tono exhortativo, a través del uso del presente de imperativo ”busca”, con función apelativa, iniciando el proverbio con un verbo  con significado tan filosófico como es “buscar”. Otra acción reflejada es la que aporta el verbo “marchar”, en referencia a la vida, al vivir machadiano. De forma rotunda utiliza el adverbio “siempre”. Frente a esas acciones la posibilidad marcada por la perífrasis “suele ser” para incluir la idea de las propias contradicciones.

Se identifica complementario y contrario, esta identificación pertenece a la sabiduría popular que tantas veces señala que los opuestos se complementan.

El adjetivo sustantivado en dos ocasiones es muy interesante, recordemos el “adjetivo definidor” que en este caso al estar sustantivado  por el  posesivo “tu” adquiere sustancialidad. Por otra parte la función apelativa vuelve a estar presente en  estos determinantes y en el pronombre “contigo” al reflejar la segunda persona y llamar al receptor.

Domina el tono proverbial, filosófico y también lo popular porque nos transmite un conocimiento extendido en la cultura tradicional.

 

 

 

 

 

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